sábado, 23 de abril de 2011
It's a dirty job but someone's got to do it
En las últimas fechas he acumulado unas cuantas peplejidades, que bien podrían haberme dado material para escribir una entrada: cómo resolví el asunto del corte de pelo en una barbería milanesa y el ambientillo (olor a laca) que allí se respiraba; cómo me quedé frito en un concierto de rock moderno a más no poder (tocaban los Battles); cómo la ciudad se transforma por un acontecimiento en apariencia tan banal como una feria de muebles (se ve que los muebles son cultura, amiguitos). También podría haber hablado de cómo pude disfrutar de la victoria en buena lid de mi querido Madrid frente al Barcelona en un vibrante partido. Y también podría haber pronosticado que, tras la victoria, alguien asociaría el vigoroso juego del Madrid, que logró doblegar el preciosista juego del Barcelona, con el Mal. Ha tenido que ser José María Izquierdo, quien tiene siempre la pluma a punto para estos menesteres, el que asocie al bueno de Arbeloa con Mayor Oreja, y las tácticas de Mourinho con el alarmismo del dirigente del PP. En fin, seguiremos leyendo El País, pero...¿qué podemos esperarnos de un diario que da aún crédito a la frenología?
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