sábado, 8 de diciembre de 2012

La página de El País siempre abierta

Concluida la reunión salimos a tomar el fresco A. y yo con N., un viejo amigo mío al que hemos ido a visitar a Lausanne. Hablamos entre otras cosas del impresionante edificio Rolex,  que según N. es una gigantesca broma de los arquitectos japoneses que decidieron darle forma de loncha de queso Emmental. Y le pregunto cómo es su vida a caballo (o más bien, en ferry) entre dos países, porque N. vive en Francia, al otro lado del lago. Me dice que en verdad está más informado de lo que pasa en España que de lo que ocurre en sus países de acogida, y le contesto que a mí me pasa exactamente lo mismo. "Como Sámuel, siempre con la página de El País abierta", interviene A., y hago notar jocosamente a N. que ha dicho El País y no El Mundo, acaso en contra de lo que pudiera pensar un silencioso lector de este blog como él (aprovecho para mandar un saludo a esa - apabullante, lo sé- mayoría silenciosa). 

Porque sigo leyendo El País, claro. Por ejemplo para cabrearme con Millás, que sigue escribiendo esas columnas campanudas suyas en las que equipara al Estado con las mafias y que está pidiendo a gritos que le organicen un encuentro con Saviano para que le explique la diferencia. O para cabrearme con un Editorial que invierte un párrafo entero en criticar el mejorable intento de Wert de corregir el absurdo lingüístico en los colegios catalanes,  olvidándose de la intolerable actitud de los partidos nacionalistas que están dispuestos a saltarse la ley con tal de mantener en pie ese absurdo (como llevan haciendo años con las sentencias del Supremo).  Pero no todo son cabreos, gracias en parte a sospechosos habituales como Savater quien, con esa combinación insuperable de ironía y ligereza suya, nos advirtió hace poco del imparable ascenso de los mentecatistas (buen nombre para una secta). O gracias a Félix Ovejero, probablemente la voz más atendible de la izquierda española (y que en Cataluña, naturalmente, apoya a Ciutadans), que hace poco recordaba razonadamente cuál es el sentido de una huelga general. En definitiva, merece la pena tener la página de El País siempre abierta, aunque sea para poder aprovechar la ocasión de comentar lo leído con N. tomando un vin chaud.

1 comentario:

  1. El edificio ése no es de verdad. ...Y si lo es, habría que actualizar la famosa frase de Welles que decía que en Italia durante los treinta años de terror de los Borgia surgieron Leonardo, Miguel Ángel y todo el Renacimiento, mientras que en Suiza tras quinientos años de paz y democracia surgió el el edificio Emmental.

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