Ayer vi el Bersani-Renzi. Difícil
decidirse aunque para qué, si yo no voto (de momento). Ganará
Bersani porque es el hombre del partido y tiene virtudes importantes,
como su amplia gestión, su indudable temple y su sentido de la
responsabilidad, del que ha dado prueba apoyando a Napolitano y a Monti. Lo que menos me gustó fue su
insistencia en la necesidad de abrirse a la izquierda (Vendola) y al
centro católico (con el veleta Cassini), los dos flancos por los que fueron derribados los
dos últimos gobiernos de Prodi.
De Renzi me gusta su rotundidad y su
claridad, cualidad que suele ir de la mano (ay) con que las almas
blancas te consideren de derechas. Pero detecto en él una
tendencia al eslogan que me rechina. De nuevo usó la palabra
startup y hubo un momento impagable en que sacó una portada
del Economist de 2005 en la que se decía que Italia ya era
entonces un problema (para argumentar, como él suele hacer, que en Italia las
cosas se han hecho mal los últimos años y el centro-izquierda tiene
algo que ver). Pero vamos, será primer ministro de
Italia en el futuro, una vez que pase la década de líderes de perfil bajo que
necesita este país para curarse del berlusconismo (como poco).
Los dos hablaron de unos futuros
"Estados Unidos de Europa". Ninguno habló de los derechos
de las parejas homosexuales.
Actualización: Argh, esto me pasa por escribir a vuelapluma: Me comenta un colega (al que el tema le afecta directamente) que los candidatos dedicaron al tema gay los últimos instantes: Bersani, a favor de una ley a la alemana; Renzi, más derechos sí, pero de la palabra matrimonio o de adopción ni hablamos. El joven renovador en el fondo todavía es un scout: la maldición de Italia.
Actualización: Argh, esto me pasa por escribir a vuelapluma: Me comenta un colega (al que el tema le afecta directamente) que los candidatos dedicaron al tema gay los últimos instantes: Bersani, a favor de una ley a la alemana; Renzi, más derechos sí, pero de la palabra matrimonio o de adopción ni hablamos. El joven renovador en el fondo todavía es un scout: la maldición de Italia.